Qué no se acabe el mundo ¡Feliz año 2012!

Seamos sinceros: entre que se acabe el mundo el 2012 y que no se acabe, nosotros elegimos lo segundo. Lo sentimos por los mayas y sus profecías.
Todavía nos quedan muchas pelis que ver, muchos tebeos que leer, muchos discos que escuchar, muchos amigos con los que irnos de tapas... En definitiva, mucho de todo.
Para entrar con buen pie y evitar empachos como los de la nochebuena pasada, vamos a recibir al nuevo año con 12 cereales en lugar de las 12 uvas.
Si les apetece, nos vemos en el 2012 para seguir disfrutando de la vida y pasándolo bien.

Menú navideño

Este año nos vamos a hartar. Mejor ponernos malos antes de que sobre.
Lombarda, jamón, cordero, cochinillo, pato, pavo, besugo, turrones, polvorones... Por nuestra mesa van a pasar todo tipo de viandas que regaremos con todo tipo de vinos, licores y refrescos.
Esta nochebuena va a ser de las que hagan época.
¡Nos vamos a comer hasta el gallo de la misa!

¡Estamos de suerte!

Olaf Ladousse acaba de publicar un nuevo número de su fanzine "¡Qué suerte!".
En esta ocasión el tema elegido ha sido "Explosión" y Luis Pérez Calvo ha colaborado una historieta sobre un petardo de guindillas, pimienta en grano y mostaza. ¡Toda una explosión de sabor en tu boca! Solo Homer Simpson podría con ello.
La versión original que aparece en el fanzine es en blanco y negro pero para la ocasión, LPC ha echado mano del Photoshop y lo ha dejado así de colorido.
Si quieren comprar el fanzine, contacten con el Sr. Ladousse aquí.

La segunda de Le Cool

En contra de lo que pueda parecer, la segunda de Le Cool es en realidad la primera.
Bueno, mejor dicho, es la segunda porque es el segundo jueves que aparece, pero también es la primera porque es la portada, es decir, que no es la segunda página pero tampoco es la primera aunque esté al principio.
Buff! Menudo lío que les debemos estar haciendo con tanta explicación.
Mejor disfruten del dibujo y ya sacan ustedes sus propias conclusiones.

Ratones cabezones

Hace unos cuantos post les hablábamos de Mundo Cabezón, ese universo díficil de ubicar en los mapas y del que solo Luis Pérez Calvo tiene noticias.
Como su propio nombre indica, todo en ese lugar se caracteriza por un desmedido tamaño en los cráneos de sus habitantes, sean personas o animales. Los ratones, como animales que son, no son una excepción.