jueves, 20 de enero de 2011

Deprisa, deprisa

Tal vez sea porque ya somos muy mayores o porque el mundo moderno gira más deprisa de lo que estamos acostumbrados pero, hasta hace bien poco, las cintas de casete eran los contenedores de diversión y conocimiento musical más populares entre los jóvenes.
Desde el reproductor mono como el que aparece en la ilustración de LPC hasta el gran radiocasete, reservado a la adinerada oligarquía y a los profesionales del menudeo de estupefacientes, sin olvidar el moderno Walkman.
Ahora que la música no existe materialmente, ahora que todo va demasiado deprisa, recordemos con cariño a la cinta de casete de 30, 46 y 90 minutos. Un magnífico invento que nos ha hecho pasar buenos ratos, que nos ha enseñado casi todo lo que sabemos de música, para el que hemos hecho tantas y tantas portadas a mano y con la que hemos conseguido alguna que otra novia.

1 comentario:

  1. Añorado tiempo aquel en el que no había Canon Digital y no te llamaban pirata por grabarle una cinta a un amigo

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