lunes, 4 de agosto de 2014

La discoteca del pueblo

Las discotecas de pueblo son dignas de estudio antropológico. Desde la nave industrial con techo de uralita y barras portátiles de Mahou, hasta el local rústico con vigas de madera y diana de dardos, o la sala elegante con sillones, camareros y luces tenues situada a las afueras que, nada más acabar la actuación del DJ, comienza el descorche y se convierte en un bar de alterne.
¿Y qué decir de los nombres? Desde los más socarrones como el "Donde siempre", al más personalista como el "O'rencio", sin olvidar los más evocadores como el "Burbujas", o el que recuerda al anterior uso del edificio: "Ok Corral".
Pero de entre todas las discotecas de pueblo, la que más mola es la discoteca portátil, ideal para la época de fiestas patronales cuando la orquesta de turno, por ejemplo la "Orquesta Caribe", acaba su actuación y los mozos quieren seguir de farra como si no hubiera un mañana.
Atento a todo lo que sucede en nuestra vida cotidiana, Luis Pérez Calvo ha realizado este magnífico dibujo en homenaje a todas esas discotecas portátiles que tan felices nos han hecho, aunque de algunas no nos acordemos mucho.

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